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domingo, 23 de octubre de 2016

Esto es lo que pasa cuando se unen el arte, el reciclaje y la naturaleza


Son artistas comprometidos con el medio ambiente. Saben combinar de una forma magistral su alma artística con la protesta. Sus obras encierran un mensaje tan reivindicativo como pueda serlo el del más furibundo activista. Pero su lenguaje es otro: el del arte, y claman por la protección del planeta.

Cada uno en su estilo, pero todos ellos con un talento que desborda arte. Son Chie Hitotsuyama, Helle Jorgensen, Natsuko Kogure, Emmitt Adams y Chris Maynard. No están todos los que son pero sí son todos los que están, y si algo tienen claro es que si la vida merece la pena ser vivida es haciéndolo de forma apasionada, luchando a su manera por una Naturaleza viva, vibrante, y sobre todo respetada por todos y cada uno de nosotros.

Animales salvajes de papel

En el Hitotsuyama Studio son especialistas en convertir desechos en auténticas obras de arte, en esta ocasión inspiradas en la fauna salvaje. Su artista, Chie Hitotsuyama, lleva la técnica nipona del origami a una nueva dimensión con sus esculturas hechas con papel de periódico prensado.


Tienen tamaño natural y adoptan la forma de rinocerontes, primates, iguanas, tortugas marinas, crías de elefante, entre otros muchos. Los realiza a tamaño natural y junto con su equipo es capaz de crear unas criaturas realistas con una precisión asombrosa.

Muchos de ellos son animales en peligro de extinción, de la misma manera que ocurre con los árboles, de los que obtenemos la materia prima para hacer el papel. Una obra de arte cargada de simbolismo, que nos ayuda a reflexionar sobre la terrible faceta explotadora del ser humano. De seguir así, parecen recordarnos estas esculturas, el hombre será una de las próximas esculturas que habrán de hacer para alertar también del peligro de extinción que sufre. Eso sí, esta vez con un claro efecto boomerang.



Corales de crochet

Helle Jorgensen es otro artista único a la hora de utilizar material de desecho para convertirlo en una obra que nos hace reflexionar sobre la naturaleza. Sus corales no nacen en el mar, sino de sus manos. Los teje y para ello utiliza una lana que no es tal, en realidad.

Su lana está compuesta por un hilo fabricado con miles de bolsas de plástico desechadas. Cortándolos a tiras muy finas obtiene unos ovillos mágicos, que en lugar de estar contaminando las playas australianas juegan a recrear los ecosistemas acuáticos más coloridos de las zonas costeras.


Convertir las bolsas en ovillos con los que trabajar es una tarea muy costosa. Debe recoger las bolsas de plástico y transformarlas de forma concienzuda. Cuando están listos para convertirse en sus fantásticas creaciones no solo dejan de ser basura, sino que se convierten en auténticas obras de arte que nos envuelven con su magia.

Pulpitos con papel de periódico

Natsuko Kogure ha fabricado cientos de pulpos con papel de periódico. Es su manera de reciclarlos, ir aumentando el ejército de pulpos que pulpitos que luchan contra la polución. Su cometido no es otro que concienciarnos sobre la cantidad de polución que creamos a partir de recursos naturales, así como acerca de las posibilidades del reciclaje creativo.


Sus obras no solo son virales. Además se exponen en muy distintos lugares, como la Galería Le Bain de Tokio. Su colección de 600 pulpos y algún que otro animal marino con aspecto fantasioso tiene la particularidad de dar a cada figura su propia personalidad.


En efecto, no hay dos iguales, y su originalidad derrocha sensación de vida. Una vitalidad que está buscando transmitir precisamente esa sensación. No es casualidad que tan alegres muñecos parezcan estar pidiendo cobrar vida. Ese es el mensaje…


Paisajes del Lejano Oeste

La especialidad de Emmitt Adams es plasmar el espíritu del Lejano Oeste en latas viejas, doblegadas por la intemperie. Sus icónicos paisajes desérticos, con sus cáctus, sus cerros y sus llanuras interminables cobran vida gracias a sus dibujos. El mensaje está en el lienzo escogido, unas latas oxidadas que encontró en estos mismos enclaves.


Su belleza es innegable, pero además del talento que destila a raudales como dibujante, el mensaje que con ello quiere transmitir no puede desligarse del mismo. El hecho de que las latas estén deformadas y modeladas por el viento, las temperaturas extremas, el sol, y la lluvia las convierte en el lienzo perfecto.


Cumplen a la perfección el objetivo perseguido por el autor: fijar la atención sobre ellas, tanto por tratarse de un elemento polucionador que degrada el paisaje como por todo lo contrario. En el otro lado, si ellas son la cruz, la cara de la moneda es esa naturaleza que necesita protección. Ecosistemas que están mucho mejor alejados de la civilización.

Plumas que echan a volar

Cuando un pájaro pierde sus plumas en pleno vuelo, no por ello van a dejar de volar. Seguirán haciéndolo si tienen la suerte de caer en manos de Chris Maynard. Sus creaciones a partir de las plumas invitan a soñar despiertos, a volar con la imaginación. No cabe otra reacción ante un resultado tan fascinante.



La fascinación, idealmente, vendrá acompañada de concienciación. Su autor así lo desea. Con sus plumas convertidas en poéticos pájaros que alzan el vuelo Maynard consigue hacer arte sin explotar recursos naturales. Simplemente recogiendo esas plumas que le regalan las aves. Su mensaje es hermoso. Toda una lección de la vida en armonía con el entorno. Una existencia no invasiva, que logra realizarse, expresar su voz sin necesidad de imponerse.

Ana Isan

miércoles, 28 de enero de 2015

Ideas para reciclar tapones de botella


Como tapones de botella podemos entender desde las típicas chapas, los tapones de rosca de tipo metálico o de plástico o los tapones de corcho que se usan en las botellas de vino, y todas ellas tienen un sinfín de posibilidades en el reciclaje creativo.

Si nos atrevemos, incluso es posible inventar manualidades en las que se utilicen varios tipos, como en un collage de pared opara forrar una mesa u otra superficie o una cortina, pongamos por caso. De nuevo, si de reciclaje creativo se trata, el límite son las estrellas…

Tapones de todo tipo

¿Por ejemplo, qué podemos hacer con unos tapones de corcho? Son fáciles de reciclar enteros o cortados a rodajas si queremos llevar a cabo un proyecto sencillo, si bien la complejidad puede ser tanta como queramos, imaginemos y nos permita nuestra pericia.

Adornos navideños, forrar cestas, sillas, embellecedores de chinchetas, alfombras, salvamanteles, topes de puertas, divertidos muñequitos a los que daremos forma añadiendo otros accesorios para hacer boca, ojos, extremidades o, por qué no, ponerles un gorrito.


Si son de metal, normalmente utilizados en botellas grandes de cerveza o en algunas botellas de agua mineral, podemos convertirlos en mini velas, y todos ellos son perfectos para hacer manualidades para niños, como dibujos que se adornan con ellos o sencillos collages que representan flores, como el de la imagen que abre el post o gusanitos, etc, así como fichas para juegos de todo tipo: parchís, damas, un juego inventado por nosotros…


Aprender a leer y a escribir es todo un reto para los más pequeños de la casa, y no siempre pueden afrontarlo sin nervios. Podemos ayudarles a hacerlo creando un bonito juego con chapas para formar palabras y frases cortas, simplemente uniendo chapas. Incluso podemos hacernos fichas repitiendo las letras varias veces para jugar a hacer sopas de letras, crucigramas o a un juego tipo Scrabble.

Reciclar las chapas

Las chapas de botellas combinan a las mil maravillas con la imaginación. Cuantas más tengamos, más divertido será buscarles una salida verde que, al mismo tiempo, sea decorativa o simplemente práctica.

¿Qué hacer con ellas? Os proponemos convertirlas en un móvil o, por qué no, en una cortina. También pueden servir para hacer un original mural de tipo collage, aunque hay que guardar un buen número para que resulte vistoso. En los tres casos, elegir unos u otros tipos de refresco implicará tener colores iguales o distintos como materia prima, y los resultados serán muy distintos, aunque siempre queda la opción de pintarlos, simplemente sumergiéndolos en pintura.


El juego de las chapas, sin ir más lejos, es un modo de reutilizarlas que no necesita explicaciones de ningún tipo, si bien con tantos videojuegos, televisión y ordenador los juegos tradicionales como éste han quedado en el olvido. Por lo tanto, quede aquí apuntada la idea como manera de volver a aquellos juegos de calle o, como en este caso, también de mesa, alfombra o, por qué no, de pasillo.

Recordemos, de este modo, que las chapas son un juego en el que los tapones metálicos de los botellines son los protagonistas, si bien pueden suplirse por tapones de plástico. Podemos decorarlas con fotos de futbolistas, ciclistas, superhéroes, nuestros personajes favoritos o con nuestras imágenes preferidas, por ejemplo con dibujos propios. Será interesante formar un equipo o hacer que la decoración tenga algún nexo para poderlas reconocer fáicilmente.

Por lo tanto, hacerlo es una forma añadida de reciclar revistas o periódicos y, finalmente, sólo diremos que dibujaremos un circuito en el suelo y ganará quien lo recorra primero, impulsando las chapas a golpe de dedo. Y, como puede verse en la imagen inmediatamente superior, jugar al fútbol con ellas también es otra opción, tanto para hacerlo en la calle como en casa, a modo de juego de sobremesa.

miércoles, 17 de diciembre de 2014

Adornos navideños reciclados fáciles de hacer


Las vísperas de la Navidad son días propicios para vivir el hermoso espíritu de estas fechas decorando la casa con objetos que, por qué no, podemos hacer nosotros mismos de un modo sencillo, divertido y con resultados espectaculares.

El elemento menos pensado puede servir, transformarse casi al momento en un objeto decorativo inesperado, con sabor a Navidad y a respeto ambiental. En efecto, reciclar para decorar es apostar por un mundo más sostenible, al tiempo que nos ahorramos un dinerito y compartimos buenos momentos con nuestra familia o amigos haciendo manualidades originales y, en muchas ocasiones, también únicas.

Reciclaje creativo

¿Pero, por dónde empezar? Casi por cualquier sitio, porque simplemente así es el reciclaje creativo, inspiración improvisada, ideas locas propias o ajenas, que permiten sacar partido a retales, cartones, papel de revista, periódico, regalo, botones, piedrecitas, ramas, hojas secas, palomitas de maíz y un sinfín de pequeños objetos que suelen acabar en el cubo de la basura.


Empecemos por lo más fácil, por ejemplo, haciendo estrellas de distintos tamaños e incluso formas, con el material que tengamos a mano, como fieltro, cartón, papel de colores, cartulina…

Una vez tengamos el número deseado, unámoslas con un cordel y simplemente colguémoslo donde nos parezca mejor, como si fuesen espumillones, ya sea pegadas a la pared o a modo de guirnaldas que van de pared a pared. También quedan preciosas en vertical, incluso para hacer una preciosa cortina de puerta.

Las estrellas sueltas serán adornos perfectos para el árbol, sustituyendo o complementando las típicas bolas de Navidad. O, por ejemplo, sería genial pegarlas en el cristal de la ventana.

Una caja de cartón rectangular de tamaño mediano nos permite hacer fácilmente un poblado navideño. La parte delantera será la de las casas, mientras la trasera dará profundidad al conjunto con el perfil de unos abetos o, si lo preferimos, unas montañas.

Si la caja es cuadrada la distancia será excesiva, si bien podemos hacer el ajuste necesario nosotros mismos, pues bastaría con acortarla. Además, para darle más calor navideño, podemos recortar con cúter las ventanas una iluminación en la parte central dará un mágico resplandor al conjunto y hará que la luz se cuele por ellas.


Si no queremos complicarnos nada de nada, nos encantará hacer un adorno navideño para el árbol con unas simples ramitas. Además, si rociamos la madera con aceite esencial obtendremos un original ambientador para el coche, si bien en este caso se recomienda no utilizar pegamentos, barnices ni pinturas para que la madera absorba al máximo y los olores no se mezclen ni resulten tóxicos.

Como puede verse en la anterior imagen, las bolas del árbol son fáciles de customizar. Bastará con forrarlas con retales o con pegarles trocitos de papel recortado en forma de círculo o de gotita, por ejemplo. Una vez se haya secado, separemos levemente las hojitas y lograremos un lindo efecto esponjoso.

Aprovecha los viejos adornos

Combinar adornos convencionales con materiales reciclados es otra opción interesante, que nos permite jugar logrando mezclas impactantes, como el curioso árbol hecho con tubos de cartón y bolas, un bello contraste entre el cartón desnudo y el brillo de los adornos. Todo un ejemplo de lo que puede hacerse sólo con dos elementos bien combinados, sin necesidad de tener habilidades especiales.

Por último, demos rienda suelta a nuestra creatividad haciendo guirnaldas con cartulinas rectangulares con las puntas redondeadas o cortadas con tijeras de bordes dentados, decoradas a nuestro gusto, ya sea haciendo collage o, por ejemplo, forrándolas con retales.


Démosles forma de paquete de regalo, de bola de navidad, de estrella o simplemente decorándolas en rojo, dorado, verde y blanco, los típicos colores de la Navidad. En algunas de ellas sería genial pegar fotos o fotocopias de nuestros seres queridos sonrientes.