martes, 25 de octubre de 2016

Una niña crea energía limpia con un invento que cuesta 5 dólares


Cuando lo pequeño se convierte en grande deja de serlo, obviamente. Justamente, es lo que ha ocurrido en este caso, si bien al hacerlo no ha perdido ni un ápice de su encanto ni tampoco de su minimalismo. Aunque el objetivo del invento es lograr grandes cosas, lo interesante aquí es quién lo consigue y su objetivo.

En lo que respecta a su creador, una estudiante estadounidense de 13 años que vive en Ohio, ha demostrado ser un joven talento, puesto que su logro es tremendo por sus características, su potencial y su objetivo solidario.

En efecto, el ingenio tiene grandes posibilidades de convertirse en una ayuda clave para poblaciones marginadas, que carecen de energía para cubrir sus necesidades básicas diarias. Se trata, en suma, de un invento verde con alas, que podría echar a volar muy pronto y cumplir el objetivo para el que fue creado por apenas 5 dólares. Sin duda, un invento humanitario y al tiempo ecológico que acaba de recibir el prestigioso galardón “Top Young Scientist”.


El hada madrina que lo ha hecho posible es más bien una heroína de nuestros tiempos. Su nombre Maanasa Mendu, un estudiante de la William Mason High School, ubicada en Manson, ha sido elegida la mejor joven científica americana gracias a un dispositivo que puede producir energía limpia a un bajo coste.

Energía limpia al alcance de todos

El invento de Mendu solo precisa invertir 5 dólares para su fabricación. En concreto, su dispositivo tiene un mecanismo similar al que utilizan las plantas. De este modo, creó una serie de “hojas” capaces de captar la energía a partir de la lluvia, el viento y la luz solar.


A unos paneles solares sumó un material piezoeléctrico para que las vibraciones se convirtieran, finalmente, en energía utilizable. De este modo, sus hojas solares pueden generar energía limpia para satisfacer en parte las necesidades diarias de una familia, simplemente con una instalación rudimentaria.


Cierto es que la estudiante contó con ayuda para perfeccionar su invento. El padrino del invento y asesor de la joven es Margauz Mitera, un ingeniero de desarrollo de productos de alto nivel. Fue quien le tendió esa mano que necesitaba en sus últimos pasos, pero la idea y la primera plasmación de la misma es enteramente de ella.

En concreto, le ayudó a perfilar la creación de hojas solares que pudieran aprovechar la energía vibracional. Como hemos apuntado, estas celdas solares tienen la particularidad de que no solo aprovechan el sol sino también las precipitaciones y el viento. La diferencia la marca esta transformación de energía vibracional en energía renovable. Es decir, las celdas solares son apoyadas con una pieza eléctrica que recoge dichas vibraciones producidas por la lluvia y el viento.


Un invento complejo y al tiempo sencillo, basado en una genial idea. Aunque en un principio, su intención era enfocarse sólo en la energía eólica. Al final, nada fue como planeó, por suerte. “Este ha sido un viaje increíble, y una gran experiencia de aprendizaje”, dice la joven.

“En el camino, he aprendido mucho sobre el proceso de innovación. La innovación es algo más que el momento en el que se te enciende la bombilla, que es más bien una expansión continua muy parecida a nuestro universo “, dijo. Y ha sido en ese proceso de búsqueda constante como ha encontrado su idea perfecta.

El dispositivo todavía no se comercializa. Aún queda un largo camino para ello, aunque también es cierto que lo más difícil es su creación, y ese primer gran paso ya está andado. Por lo pronto, solo es una idea diseñada y fabricada de forma artesanal.


Para su elaboración, su creadora utilizó los materiales que tenía disponibles, por lo que el próximo objetivo no es otro que construir el prototipo. Es decir, hacer las pruebas pertinentes para que su fabricación a gran escala sea factible.

¿Qué nos depara el futuro?

Además de este invento, que creó tras inspirarse en un viaje que hizo a la India y comprobar los problemas de acceso a los recursos más básicos que tenía buena parte de la población, Maanasa tiene toda una vida por delante para seguir sacando partido de su sorprendente talento.

El hecho de ver son sus propios ojos que muchas personas carecían de electricidad y agua potable, algo a lo que en su país viene dado, quiso dar forma a sus ganas de ayudarles inventando un dispositivo que proporcionara energía limpia asequible para todos.

Gracias a este premio lo tendrá más fácil, sin duda. Junto al reconocimiento que supone el galardón, la joven ha recibido 15.000 dólares por su descubrimiento. Ojalá siga en la misma línea, convertida en científica de éxito. Los otros jóvenes que también fueron premiados son Rohan Wagh, Día Amelia y Kaien Yang.

Todos ellos fueron reconocidos por sus inventos en la que es la principal competición anual estadounidense, orientada a reconocer el pensamiento científico y la imaginación de los estudiantes de los grados 5-8. En particular, se premia a aquellos que proponen una buena solución a un problema cotidiano, buscando que haga una diferencia en nuestras vidas.

En el caso de Maanasa, no se trata de haber conseguido energía verde sino de hacerla accesible a personas con bajos recursos. Ahí está la razón por la que su invento es tan interesante, pero lo realmente importante es que tanto éste como otras propuestas similares se hagan realidad y comiencen a formar parte de la vida de esos millones de personas que tanto lo necesitan.

Ana Isan

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