domingo, 18 de enero de 2015

La humanidad, en peligro de extinción


Los científicos nos advierten sin ambajes (Rodeos de palabras) sobre lo cerca que estamos de una extinción masiva de especies. La sobrepoblación y las prácticas explotadoras del entorno serán decisivas y nos llevarán en breve a un fin del mundo que acabará con el planeta tal y como lo conocemos.

No se trata de un visto y no visto, lógicamente, sino de un declive paulatino, como una puesta de sol que acaba extendiendo su manto negro, trayendo desgracias con forma de eventos extremos (sequías interminables, inundaciones catastróficas, olas de calor frecuentes y cada vez más intensas, etc.) que serán el final para buena parte de las especies animales y vegetales, incluyendo la humana.

Extinción por hambrunas

Si los científicos de la NASA anunciaban en colapso irreversible de la sociedad industrial y se centraban en el problema que supone la humanidad para las especies, y en cómo la presión que ejercemos sobre éstas acabará golpeándonos como un boomerang, el naturalista británico David Attenborough opina que la sobrepoblación acabará provocando la extinción de nuestra especie. Sólo es cuestión de tiempo, y de matemáticas. Simplemente, las cuentas no salen.


A su juicio, de todos los problemas que amenazan a la humanidad, ninguno es tan urgente como el aumento de la población humana. Seguir creciendo al ritmo actual significará acabar en un callejón sin salida, pues el mundo es finito, lo que hace insostenible el aumento exponencial de población. En su misma línea, se están iniciando proyectos para vivir debajo del mar.

En un intento de aportar soluciones, Attenborough considera clave conceder a las mujeres el control de sus cuerpos, lo que significa “darles derechos y acceso a instalaciones médicas para que las tasas de natalidad caigan, porque en esto no hay excepciones”, afirma.


El experto no sólo hace un llamamiento para que se ayude a los países que carecen de estas mínimas condiciones, sino que además anima a los ciudadanos a ayudar a quienes no tengan esta posibilidad. “Si no hacemos algo al respecto, entonces el mundo natural lo hará por nosotros. Vamos a morir de hambre”, concluye. Incluso haciendo grandes esfuerzos será complicado solucionar el problema, explica.

Cambio climático, otro problema clave

David Attenborough también pide a los líderes mundiales un mayor compromiso a la hora de llegar a un acuerdo global capaz de detener el cambio climático. Su petición va más allá de una simple demanda de voluntad política. Además de pedir acciones lo más pronto posible, les recrimina su negacionismo, considerando absurdo no reconocer los peligros que plantea el calentamiento global:

Donde quiera que mires hay enormes riesgos. Lo terrible es que la gente en autoridad y poder negar que, cuando la evidencia es abrumadora y ellos lo niegan porque es más fácil negarlo.

Al igual que ocurre con el drama de la creciente población humana, el avance del cambio climático es un grave problema que la humanidad ha de afrontar tarde o temprano. Actualmente, no estamos tomando el asunto en serio, y eso nos pasará factura, concluye.


En ambos casos, el famoso naturalista opina que de poco va a servir lo que hagamos, por mucho que nos esforcemos. Sin embargo, ello no significa que no sean un problema ni mucho menos que hayan de negarse, como está haciéndose.

David Attenborough plantea ambos retos como dos grandes desafíos que necesitan de respuestas y acciones conjuntas. Sería la primera vez en la historia de la humanidad en la que todos los seres humanos se unieran para enfrentar un peligro que nos amenaza, apunta. Pero, para ello, primero hay que reconocer la existencia de esos problemas y su auténtica dimensión. Quizá cuando queramos reaccionar ya sea demasiado tarde. O quizá no, aunque lograr utopías a tan gran escala sería poco menos que un milagro.

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