Bajo la superficie del mar se extiende un paisaje de relieve muy acentuado, donde se forma constantemente nueva corteza terrestre y que alberga muchas incógnitas para la ciencia. El fondo oceánico sigue siendo el gran desconocido.
La plataforma continental es la continuación de los continentes bajo las aguas, con profundidades que van desde 0 metros en la línea de costa hasta unos 200 m. Ocupa alrededor del 10% del área océanica. Es una zona de gran explotación de recursos petrolíferos y pesqueros.
El Talud es la zona de pendiente acentuada que lleva desde el límite de la plataforma continental hasta los fondos oceánicos. Aparecen hendidos, de vez en cuando, por cañones submarinos tallados por sedimentos que resbalan en grandes corrientes que caen desde la plataforma al fondo oceánico.
El fondo oceánico tiene una profundidad de entre 2.000 y 6.000 metros y ocupa alrededor del 80% del área oceánica.
Las cadenas dorsales oceánicas son levantamientos alargados del fondo oceánico que corren a lo largo de más de 60.000 km. En ellas abunda la actividad volcánica y sísmica porque corresponden a las zonas de formación de las placas litosféricas en las que se está expandiendo el fondo oceánico.
Las fosas abisales son zonas estrechas y alargadas en las que el fondo oceánico desciende hasta más de 10.000 m de profundidad, en algunos puntos. Son especialmente frecuentes en los bordes del Océano Pacífico y tienen gran actividad volcánica y sísmica porque corresponden a las zonas donde las placas se hunden hacia el manto.
Fuente: Astronomía
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